El siglo XXI está sobre nosotros. Existen oportunidades para satisfacer los anhelos de todas las personas de dar sentido a la vida, de paz, de un nuevo orden mundial.
El movimiento ecologista nos recuerda que las opciones de cada individuo son vitales; que el hombre no es el centro de las cosas y debe aprender urgentemente a vivir en armonía con el mundo. Ya se trate de la paz de los corazones o de la paz entre las naciones, es necesario abordar de forma radical y duradera el egoísmo que todos llevamos dentro.
Nuestra naturaleza humana no tiene por qué ser el factor decisivo en nuestros asuntos, personales o globales. Este libro esboza un modo de vida moral y espiritual práctico que funciona. No pretende ser original ni tener la historia completa, pero los principios de vida expuestos, por sencillos que sean, tienen un valor eterno: el fin de la supervivencia y el principio de la vida.
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